Receptividad a la Retroalimentación: Un Acto de Gratitud Consciente

Trabajar con personas, liderar equipos o ser un profesional independiente conlleva el desafío de estar constantemente "apagando fuegos". Es fácil caer en el hábito de dar retroalimentación a otros mientras se esquiva recibirla. Pero, ¿Qué ocurre cuando somos nosotros quienes debemos abrirnos a escuchar? ¿Es un tema de ego o una oportunidad para vivir en gratitud?

¿Por qué es difícil recibir retroalimentación?

Muchas veces, el ego se interpone, pero no siempre es el único culpable. Las emociones que emergen al recibir retroalimentación pueden estar relacionadas con:

• Miedo al rechazo : Temor a no ser suficiente.

• Orgullo profesional : Asociar la crítica con una amenaza a nuestra identidad.

• Falta de confianza : Dudar de nuestras capacidades.

Sin embargo, desde la perspectiva del coaching, podemos reinterpretar la retroalimentación como un regalo para nuestro crecimiento, y no como una herida al ego.

Cómo desarrollar la receptividad desde la gratitud

1. Acepta el regalo de la retroalimentación : Cada opinión, incluso cuando no es entregada con delicadeza, contiene un mensaje valioso. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de esto?" 

   
   

2. 👉 Ejemplo de gratitud : “Gracias por tomarte el tiempo de señalar esto. Lo valoro porque me ayuda a crecer.”

3. Escucha desde el corazón : No te concentras en cómo se entrega el mensaje, sino en el contenido. Escuchar preventivamente es un acto de presencia y gratitud hacia el otro.

4. Transforma el juicio en autoconocimiento : Usa la retroalimentación para explorar áreas de mejora que antes no habías considerado.

5. Da un paso atrás : Separa tu valor personal del desempeño. Tu identidad no depende de lo que otros piensan, pero la retroalimentación puede ser una brújula para avanzar.

6. Agradece y actúa : Después de escuchar, expresa gratitud y crea un plan concreto para mejorar. Gratitud sin acción es un camino incompleto.

Aprendizajes desde Nuestra perspectiva

1. Hacer espacio para la mejora : Cada crítica es una invitación a pulir nuestras habilidades y crecer como personas.

2. Practicar la humildad : Recibir retroalimentación nos ayuda a recordar que todos somos aprendices en este viaje.

3. Construir conexiones más fuertes : Mostrar apertura y gratitud al recibir retroalimentación fortalece las relaciones personales y profesionales.

4. Reforzar la resiliencia emocional : Aprender a recibir comentarios sin tomarlos como ataques personales desarrolla fortaleza interna.

5. Vivir desde la gratitud consciente : Ver la retroalimentación como un acto de servicio y cuidado hacia tu bienestar y desarrollo.

La próxima vez que alguien te ofrezca retroalimentación, respira profundamente y repite en tu mente: "Esto es un regalo". Reconoce que detrás de cada comentario hay una intención, incluso si no siempre está bien comunicada. Agradece el gesto, interioriza lo que resuena y transforma esa semilla en una acción consciente que fortalezca tu camino.

Recuerda: Vivir en gratitud no significa evitar los desafíos, sino abrazarlos con el corazón abierto. Tú decides si una retroalimentación se convierte en un obstáculo o en un eco que amplifica tu crecimiento. 🌿✨